El juvenil leproso repasó su trayectoria desde las inferiores hasta su debut en primera.
Newell’s es reconocido a nivel mundial por ser un semillero futbolístico, por los numerosos casos de futbolistas surgidos en las divisiones menores que alcanzaron la élite y hasta incluso llegaron a ser campeones del mundo. Son los pibes de Newell’s, que más tarde destacan en el mundo entero, los que cada fin de semana defienden con amor y pasión nuestros colores. Mateo Silvetti es uno de ellos, un jugador que es «hincha de Newell’s de toda la vida».
Toto, como le llaman sus compañeros y amigos, nació el 14 de enero del 2006, es de Funes y comenzó jugando al rugby, deporte que heredó de su padre, un ex Puma: «En un momento tuve que elegir porque me coincidían los horarios y me incliné por la redonda», dijo Mateo.
De cuna leprosa, pasó por Malvinas y prácticamente vivió en Bella Vista durante años: “Desde chico mi familia me inculcó el amor al club. Mi bisabuelo iba a nadar y es quien más nos transmitió la pasión. Siempre les insistí a mis viejos para jugar y con siete años tuve mi primera prueba en Malvinas. A los 8 ya comencé definitivamente a jugar torneos. Los mayores recuerdos son ir a comer a los parrilleros con los chicos de la categoría e ir a la cancha con mi viejo», comentó.
En Malvinas no dudaron y vieron en Toto condiciones para que se sume a los entrenamientos. «Mis viejos siempre me apoyaron y acompañaron. Siempre que podían estaban detrás del alambrado», agregó y recordó con cariño aquella etapa de formación y recreación: «De Malvinas me llevo lo lindo de jugar por el simple amor a la pelota y los amigos que hasta el día de hoy tengo».
Mateo la rompía los fines de semana y se ganó la oportunidad de continuar formándose futbolísticamente en el club, pasando así a entrenarse en el hoy Centro de Entrenamiento Jorge Griffa: «El paso de Malvinas al predio no fue fácil porque muchos compañeros no continuaron. Recuerdo lo lindo de llegar y ver a la primera división. Hoy puedo decir que Bella Vista es como mi segunda casa: he pasado mucho tiempo ahí, he reído y he llorado muchas veces».
El camino de divisiones inferiores todos saben es difícil, repleto de obstáculos, de momentos difíciles, de bajones futbolísticos y en el cual no solo el talento es necesario, sino mucho esfuerzo, dedicación y pasión, de lunes a lunes, con el sueño de convertirse en profesional: «En inferiores tuve momentos donde no me tocó jugar, incluso por un tema físico porque me había quedado de baja estatura. Tuve que corregir muchas cosas, pero de eso se trata, de insistir», expresó.
Como delantero, Mateo podía ubicarse en cualquier sector del ataque, un polifuncional para los entrenadores que podían ubicarlo tanto en el centro como sobre los costados, como nueve o como extremo, siempre con esa potencia física y hambre goleadora que lo caracteriza. Su explosión se comenzó a vislumbrar con la séptima división y en sexta lo ratificó cada fin de semana, mostrándose como una de las grandes joyas del club.
En el 2023 y con la sexta división bajo las órdenes de Fernando Capobianco, Toto mostró su mejor faceta, incluso de forma internacional: fue la figura del Newell’s campeón del Torneo Internacional Sub 17 «Canteras de América», marcando incluso el gol del triunfo en la final ante Panamá. También se destacó en la Copa Criciúma e inmediatamente fue elegido para subir un escalón en el club y empezar a formar parte de la reserva. No obstante, lo máximo sin dudas fue haber recibido su primera convocatoria a entrenarse con la selección nacional sub 17.
«Tuvimos la posibilidad de jugar torneos internacionales que nos marcaron cómo estábamos con respecto a otras instituciones. El llamado a la selección no lo esperaba y siento que es un premio al esfuerzo. Tengo en claro que esa posibilidad se gana semana a semana entrenando acá en Newell’s. Con reserva creo que tuve un buen año, me pude adaptar a la categoría, a los entrenadores, jugar mucho y pudimos pelear un campeonato. Fue importante para seguir formándome, creo que la reserva es para eso, para ultimar detalles y estar listo para cuando a uno lo necesiten en Primera», comentó Mateo.
Silvetti fue fundamental en el equipo dirigido por Ricardo Lunari que alcanzó las semifinales de la pasada Copa Proyección y se ganó la convocatoria a afrontar la pretemporada junto al equipo profesional. Bajo las órdenes de Sebastián Méndez, Toto debutó con el primer equipo el pasado 16 de julio en el triunfo como visitante ante Barracas Central y fue una de las primeras variantes del DT durante su ciclo. Ahora, con Ricardo en Primera, ya tuvo su primera titularidad y se retiró ovacionado y emocionado en la victoria frente a Tigre en el Coloso.
«Los primeros partidos me sentí bien, siento que es un proceso pero también entiendo que no hay mucho tiempo. El objetivo es afianzarme en Primera, que todo vaya bien. Como hincha del club es lo que deseo: poder ayudar desde mi lugar y aportar a que todo ande bien. Newell’s termina siendo mi vida y mi sueño obviamente es ser campeón con esta camiseta», concluyó Toto Silvetti.